Tuesday, May 28, 2013

¿Qué se hace con el racismo?

Que en Guatemala hay racismo, es decir "hay gente racista", parece ser algo reconocido por la mayoría de personas dentro del país y en el extranjero. Ahora la pregunta es, ¿qué se hace con el racismo?

He vivido en Estado Unidos desde hace casi una década y pasé muchos años sintiéndome al margen de las conversaciones de racismo en este país. Según lo veía yo, al no ser ni de piel blanca ni negra no encajaba dentro del tradicional esquema de la supremacía blanca y la comunidad Afroamericana oprimida. Fue hasta al hacerme amiga de una muchacha Afroamericana que comencé a comprender mi posición dentro de la compleja red de privilegios y opresión que existe en la sociedad actual.

Tamara es una chica Afroamericana muy activa dentro de la universidad. Al comenzar a pasar más tiempo juntas me di cuenta que ella me veía a mí como una “persona de color” similar a ella. Esa fue la primera vez que pensé en mí misma y mis experiencias usando ese término. En los años que he estado acá siempre me vi como una “estudiante internacional” pero nunca me identifique como “persona de color” porque el color de mi piel no había sido de mayor importancia para mi identidad (lo que ahora reconozco como un “privilegio social”).

Siendo de una familia ladina clasemediera, aprendí que la gente como yo era “lo normal” (como lo relaté anteriormente). Y por lo tanto las demás personas en el país eran juzgadas, ya sea de manera consciente o no, en base a la identidad del grupo social al que yo pertenecía. Al crecer en Guatemala yo tenía una identidad social privilegiada.

De niña recuerdo haber escuchado a alguien describirme como “morena clara”, y por un par de años me pareció importante recalcar la segunda palabra. Pero al pasar el tiempo el color de mi piel dejó de ser una preocupación a tal punto que al venir a Estados Unidos no lo consideré como un factor que afectara mi relación con otras personas.

Otros elementos que evidencian mi privilegio social en Guatemala son mi idioma materno (español), religión (cristiana), orientación sexual (heterosexual), clase socio-económica (media), vestimenta (occidental), nivel y tipo de educación (universidad privada).

¿Qué entendés vos como privilegio social? ¿Podés nombrar los privilegios sociales que tenés en el país?

Al venir a Estados Unidos mi identidad ha estado sujeta a distintas medidas sociales. Es decir, acá pasé a tener una identidad social oprimida -- al menos en lo que se refiere a color de piel, características físicas y lugar de origen. Este cambio en mi posición social, del cual no me percate por varios años, es lo que me ha permitido entender lo que se siente vivir bajo la opresión las expectativas sociales de otras personas y del sistema social.

Este cambio también ha iluminado lo complejo que son las redes de opresión y privilegio. Así, mientras mi color de piel y características físicas me clasifican como persona de color -- una clasificación oprimida --, otros factores como mi nivel de educación y mi falta de acento al hablar inglés, me posicionan dentro de un nivel social más privilegiado que el de otras personas de color.

Aprender a ver la complejidad que existe alrededor de problemáticas sociales como el racismo ha sido un primer paso para comenzar a desmantelar los sistemas sociales de opresión y privilegio a nivel personal.

Descubrirme a mi misma es descubrirme en relación a este mundo y sus estructuras de poder, opresión y privilegio. No siempre he estado consciente de cómo el espacio sociocultural que habito, me ha oprimido (es decir, limitado, marginalizado e impedido ser). Asimismo, no siempre he estado consciente de la manera en que yo he oprimido a otros al participar inconscientemente en este espacio sociocultural que es opresivo.

Ahora mis ojos están abiertos.

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